viernes, 7 de marzo de 2008

* TEXTO ESTUDIANTE SEVILLANO

¿Cuáles son los orígenes del Plan Bolonia?

En 1995 la Organización Mundial del Comercio firma el Acuerdo General de Comercio de Servicios; su objetivo declarado es “liberalizar el comercio de servicios” a escala mundial (porque la OMC integra a 151 Estados, incluyendo a toda la Unión Europea) para introducirlos en el mercado, ya que según sus propias palabras “la financiación pública es un elemento de distorsión de los mercados”.

Este es el origen de los Planes de Bolonia, y no es ningún secreto. La ANECA (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y la Acreditación”), que fue creada por la LOU para entre otras cosas evaluar los nuevos planes de estudio, trata este tema en su página web. Cito textualmente:

“El capital humano constituye un factor de producción básico para la actividad económica que, como otros factores productivos constituidos por el sector servicios -transporte, telecomunicaciones, servicios tecnológicos- constituye la base para que la actividad empresarial se desarrolle en condiciones de competitividad adecuadas. La educación también adquiere gran relevancia como factor para atraer inversión. Su desarrollo es, por tanto, de una gran relevancia, debiendo conocerse cómo se encuadra el sector de la educación en las negociaciones de servicios de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
La liberalización de los servicios, posiblemente, va a ser bastante lenta.
Países como el nuestro tienen que tomar en este momento decisiones educativas muy importantes, porque nos va en ello el futuro industrial y económico de nuestro país. No se trata sólo de que la gente sea más o menos culta. Avanzamos hacia una sociedad de la información y sociedad del conocimiento, por lo que la OMC tendría que afrontar el tema del libre comercio del conocimiento, y esto es algo que afecta directamente a la organización del servicio público de la Educación Superior.”
La cosa está bastante clara. No se trata de que seamos más o menos cultos, sino de atraer la inversión para ser competitivos.



Por eso, en 1999, se reúnen en Bolonia los ministros europeos de educación y emiten la famosa Declaración de Bolonia. Sí, tienen razón, Bolonia no obliga a nada. Por eso hay que culpar a todos los gobiernos que han aplicado sus directrices de complicidad, al que tenemos ahora y al anterior.

Bolonia no obliga a nada, pero Bolonia es algo. Por eso no es casualidad que el año 2000 se emita el Informe Bricall (que en realidad se llama Informe universidad 2000). Este informe lo deja claro, al decir: “la aplicación de un programa de préstamos-renta podría permitir una reforma de la política de becas y de tasas compatible con escenarios de convergencia” y al decir “la expansión de los sistemas mixtos de financiación se apoyará en un mayor peso de las tasas, posible gracias al uso de nuevos instrumentos de financiación como los préstamos-renta”.

En otras palabras, el Estado debe seguir gastando dinero en tanques o palacios para príncipes, pero es intolerable que lo gaste para la educación superior. Así que hay que subir las tasas y bajar las becas.

No lo decimos nosotros. Hasta el rector de la universidad de Granada ha reconocido que el precio de las matrículas subirá un 150% para empezar.

Bolonia es algo. Por eso en 2001 vino la famosa LOU (Ley Orgánica de Universidades) de Aznar. Esta ley es tan despreciable que sólo comentaremos por encima los puntos más destacados:

1) Creación de la ANECA, organismo externo a la universidad y donde están representados los empresarios, para que elabore un ranking de universidades, para que, atendiendo a su rentabilidad para el mercado, se proceda a una financiación competitiva y desigual.

2) Apertura del Consejo Social universitario a la entrada de “figuras” reconocidas del mundo político y empresarial

3) Menos regulaciones estatales para las universidades privadas

4) Financiación privada de la investigación universitaria

5) Aumento de poder de los rectores, en detrimento del claustro

6) Una carrera docente mucho más larga para los profesores que quieran acceder a una estabilidad laboral


La comunidad universitaria salió a la calle enfurecida, y Zapatero prometió derogar esta LOU. Lejos de hacerlo, su reforma de 2006 deja intactos estos 6 puntos que acabo de citar. Es increíble pero cierto.

El proceso siguió adelante. En las distintas comisiones de Bruselas, como la de 2003, se siguieron recomendando ideas como la subida de tasas o la financiación privada. Este mismo año se emitió un Real Decreto que introdujo la asistencia obligatoria y empezó a hablar del eurocrédito, que explicaremos más adelante.

Por si la depresión fuera poca, en 2006 sale el Modelo de Financiación de la Junta de Andalucía 2007-2011. Las universidades andaluzas verán aumentado su presupuesto según el tiempo que tardan los graduados en encontrar trabajo de su especialidad y según cuantos de ellos monten empresas propias.

Pensemos. ¿Quién puede montar una empresa? Un modelo de financiación así condena a las humanidades, no digamos ya a filología, a tener los presupuestos más bajos de toda la Universidad.

El último golpe ha sido la emisión del Real Decreto. Bajo un secretismo total, sin que se enterara nadie, el gobierno emite un decreto en el que suprime las licenciaturas y las diplomaturas. Sencillamente tienen que dejar de existir para 2010.

La nueva estructura de las carreras se divide en grado y posgrado.

En el Capítulo II, Artículo 9 del Real Decreto se dice literalmente que el Grado será una “formación general orientada al ejercicio de actividades de carácter profesional”.

Según el Artículo 12, los Grados tendrán 240 créditos (4 años). De estos, un mínimo de 60 serán de “formación básica”, y de ellos, al menos 36 de materias comunes a toda tu rama (Artes y Humanidades en nuestro caso).

Además, hasta 60 créditos podrán ser en prácticas en empresas, y entre 6 y 36 serán para un trabajo de fin de grado.

Bueno, pues haciendo las cuentas, sólo te queda entre curso y curso y medio de formación específica de tu titulación. Lo que es lógico si sólo se trata de darte información general de carácter profesional, como en la FP. Porque el mercado necesita mano de obra poco cualificada.

El Posgrado sería la formación más específica. En un Encuentro sobre educación europea celebrado en Madrid en 2004 se reconoció que la intención es que sólo el 10% de los universitarios lleguen a estudiar el doctorado.

¿Cómo se consigue esto? No se sabe, pero sabemos que en otros países donde este proceso está más avanzado, como Inglaterra o EE UU, los posgrados tienen precios prohibitivos, inaccesibles para la mayoría de la población.


¿Os acordáis de la ANECA establecida por la LOU de Aznar? En el Capítulo VI del Real Decreto, Artículo 25 se establece que la ANECA elaborará un informe sobre el plan de estudios que tendrá “carácter preceptivo y determinante”.Según el Artículo 27, para la renovación de un título universitario será necesario un “informe positivo” de la ANECA. “De no serlo, el título causará baja” (…) “y perderá su carácter oficial y validez en todo el territorio nacional”, opinen lo que opinen la Comunidad Autónoma o el Consejo de Universidades.Por lo tanto si un plan de estudios no supera el veredicto de la ANECA, “se considerará extinguido”. También tendrá mucho poder en la selección del profesorado.

¿Y quiénes son estos profesionales prestigiosos del mundo político empresarial para, como parte de la ANECA, tener un carácter preceptivo y determinante.

Por otro lado, el Real Decreto confirma dos conceptos de Bolonia: el Proyecto Tunning y el eurocrédito.

Según el proyecto Tunning, hay que dar menos conocimientos. Para eso está Internet. Hay que aprender a aprender nosotros por nuestra cuenta. Hay que sustituir los conocimientos por “habilidades, competencias y destrezas”. Estas tres palabras aparecen de manera obsesiva.

Se supone que han de valorar tu capacidad de liderazgo, pero ¿cómo se valora esto estudiando el Quijote, Moby Dick o el Corán? Además, dado que los cambios quieren hacerse a un coste 0, las aulas no podrán reducirse. ¿Cómo conocer y valorar individualmente a cada alumno en clases de 40 personas?

Por otra parte, el eurocrédito corresponderá a 25 o 30 horas supuestas de carga de trabajo del alumno. Si un curso tiene 60 créditos, al hacer las cuentas te sale que tendrás que estudiar 35 horas de trabajo a la semana. Casi como una jornada laboral.

Pero es que sólo el 30% de los créditos serán clases magistrales. El 70% restante serán tutorías, horas supuestas de estudio en casa, etc, pero también habrá que pagarlo.

He dejado para el final las becas préstamo. Esto ya os lo ofrece el todopoderoso Banco Santander, que realmente está colonizando nuestra facultad. Estos préstamos sólo tendrían como interés lo que suba el euribor más un 0’3%. Pero la cuestión es que hay que devolverlos en cuanto cobres más de 1.500 euros al mes (salvo que no llegues a cobrarlos en 15 años, sólo que en ese caso, dada la carestía de la vida, no te importará porque te habrás muerto).

En un principio, las becas del Ministerio no desaparecen. Pero ya hemos podido observar la tendencia. Ya vimos lo que decía el Informe Bricall del año 2000 que dio inicio a todo este proceso en España. Y también contamos con la experiencia en los EE UU e Inglaterra, donde, finalmente, las becas-préstamo, tras convivir un tiempo con las del Ministerio, han acabado por sustituirlas totalmente.

Esto es en suma el Plan Bolonia. Un círculo vicioso. Si no tienes dinero, no podrás pagarte la carrera. Pero si no trabajas no tendrás dinero. Pero al haber asistencia obligatoria no podrás trabajar. Luego estás jodido.

Si después de trabajar un añito de grati con las prácticas consigues acabar el grado, ¿quién te va a contratar? Tu puesto de trabajo será cubierto también al año siguiente por otro estudiante en prácticas. ¿Qué empresa te va a contratar si puede disponer de trabajadores gratuitos cada año?

Estamos ante una progresiva privatización de los servicios universitarios y una mercantilización de sus contenidos.

La universidad pretende ser convertida en una fábrica de precarios y sometida a los dictámenes del todopoderoso mercado, en una nueva Edad Media donde el conocimiento vuelva a estar en manos de una exigua minoría.

Por eso estamos aquí. Por nuestros hermanos pequeños, a los que sí le va a coger. Por la universidad pública. Para resistir, aunque nos enfrentemos a un gigante de apariencia invencible.

Seguidamente van a ser leídas las reivindicaciones de la manifestación de mañana, y os pido que estéis tan atentos como habéis estado conmigo. Gracias.

No hay comentarios: