La Universidad Carlos III va a introducir un Programa de Honores que pretende separar a los estudiantes en función de sus expedientes. El programa se aprobará mañana en Consejo de Gobierno en el Campus de Leganés.
Los alumnos admitidos deberán cumplir ciertos requisitos académicos, entre ellos se incluye haber obtenido una nota superior a 8.5 en la educación secundaria, sin tener en cuenta la nota de acceso a la universidad. Además, se valorarán las cartas de recomendación. Este plan pretende que el porcentaje de alumnos que tengan acceso a él esté entre un 3 y un 5 % de los estudiantes.
Según el texto del programa, los honorables alumnos que ingresen en estos grados tendrían acceso a un grupo de clase reducido compuesto exclusivamente por estudiantes beneficiaros de este plan. Este grupo dispondrá de ‘’tutorías personalizadas, prioridad en programas de becas e intercambios’’ y un contenido académico ‘’más exigente’’. Los participantes también tendrán prioridad en el acceso a la docencia de ‘’profesores ilustres’’. Además, estos alumnos dispondrían de programas específicos de prácticas, instalaciones exclusivas (comedores, salas de ordenadores) y prioridad a la hora de acceder a los servicios de alojamiento de la universidad.
Según el texto citado este programa se inspira en la filosofía de las universidades americanas y pretende subsanar las ineficiencias que genera el hecho de que se encuentren en el mismo grupo "estudiantes que acceden con notas cercanas al 5 con otros con nota de acceso superior al 8’’. El programa tiene como ‘’finalidad primordial’’ establecer un marco que proporcione una ‘’oferta diferenciada’’ e incentive a los estudiantes que estén fuertemente inclinados al estudio y dispuestos a realizar un ‘’notable esfuerzo académico’’.
Sin embargo, desde la Asamblea de Estudiantes de la Carlos III se afirma que ‘’este programa puede generar graves daños en el sistema educativo universitario dado que se da privilegio a unos pocos sobre la mayoría; centrándose en criterios de acceso que solo estarían al alcance de una élite que trasciende de lo educativo a lo social’’. Además, la implantación de este proyecto generaría ‘’una especie de estrato social dentro de la universidad’’ que, según los asamblearios ‘’implicaría cierto sentimiento de discriminación y limitaría el progreso de los alumnos que no pertenezcan al grado de honor al no tener la posibilidad de enriquecerse al trabajar en conjunto en las aulas”. Tal como afirma la Asamblea de Estudiantes ‘’resulta chocante que se utilicen los recursos limitados de los que dispone la Universidad para beneficiar a una minoría de estudiantes, en lugar de destinarlos al alumnado general’’.
Fuente: Asambela de Estudiantes Carlos III de Madrid
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