lunes, 5 de octubre de 2009

La lucha en california.

T.J. ClarkTimothy J. Clark: Discurso en Berkeley contra el despojo de la Universidad de California

Discurso del reconocido historiador británico del arte Timothy Clark ante la asamblea del campus de la Universidad de California en Berkeley sobre la degradación del sistema de universidades públicas en el estado de California.

Mi nombre es Timothy Clark. Llegué a Berkeley en 1988, y los 21 años en los que he enseñado e investigado aquí han sido en muchos respectos los más gratificantes de mi vida. Por eso mis sentimientos son dolorosamente contradictorios, ya os lo podéis figurar, cuando miro a estos amigos, nuevos y viejos. Es un honor y un privilegio tener la ocasión de dar la primera charla en esta ocasión, pero, al propio tiempo, es también una tragedia.

Dejadme empezar por el honor. Lo que veo frente a mí –pancartas, rostros, reivindicaciones— es la vida de la universidad, tal como yo la entiendo. Es la universidad que cobra forma en la esfera pública: que escapa de la sala de juntas académica, que es indiferente a la jerga de empresarios y buscadores de patentes, y que nos recuerda lo que la universidad es realmente. Una universidad no es una marca comercial. No es una organización paraguas para una variedad de 150 laboratorios de corporaciones empresariales con capacidad, cada uno de ellos, de cerrar contratos con sus patrocinadores sobre la cantidad, mucha o poca, de conocimiento nuevo producido por ellos que va a ser “privatizada” inmediatamente. Una universidad –una universidad pública— no es como una escuela privada suiza para enseñar buenos modales a las hijas y a los hijos de los pocos –cada vez menos— que pueden permitirse pagar sus matrículas. Una universidad no construye su futuro sobre las espaldas de los más vulnerables en su seno: los hombres y mujeres que mantienen los espacios en que aprendemos seguros y limpios y capaces de seguir funcionando. Una universidad –tal es el último y vital elemento de su vida intelectual y moral— no ve su propia crisis con independencia de la crisis que está amenazando al conjunto del estado [de California]. Sabe lo que está ocurriendo en las aulas de las escuelas de Richmond y Oakland y San José. Siente la desesperación de aquellos para quienes el instituto de enseñanza media municipal o el sistema de universidades públicas de California parecían ofrecer una vía de promoción y que ahora ven cómo se cancelan cursos y se condenan edificios. Y todo esto –eso es lo imperdonable— en un estado cuyas concentraciones de riqueza privada y empresarial siguen siendo inmensas, pero al que un sistema político fracasado se ha avilantado a poner límites, aun a sabiendas de que lo está en juego es la vida y la muerte mismas de nuestra sociedad.

3 comentarios:

José Rocillo Mas dijo...

Que alegria volver a ver cosas publicadas en el Blog, yo creo que era un buen método de difusión e información. Ánimo (jejeje por cierto, ¿quien lo esta llevando?)

Raquel Gavilán dijo...

Bolonia no funciona. El número de suspensos en estos dos años que lleva Bolonia (en algunas universidades) se ha triplicado.
Con los exámenes parciales (todas las semanas tengo dos o tres), tengo que ir a enero sacando más de un 8 en todas las asignaturas. Antes con sacar un 5 aprobabas.
He estado con la Gripe A una semana en mi casa. No me evaluan 4 de las 6 asignaturas por faltar más de 3 veces. Igual que en el instituto, solo que ahora no les vale el justificante del hospital.

Total, que ya desde noviembre sabía que me habían quedado todas y que no puedo aprobar ninguna a no ser que saque un 8 o más en enero.

Gracias Bolonia, por arruinar mi primer año de universidad. Ya se me han quitado las ganas de estudiar, mejor me pongo a trabajar.

PD: y encima solo puedo subir nota en una única asignatura en selectividad porque soy de otro plan de estudios!

JobenBorquez dijo...

Por favor, ayuda. Soy un estudiante de la Pontifica Universidad Católica de Valparaíso, en Chile.

Nos acaban de informar que la Vicerrectoría académica quiere aplicar el proceso de Bolonia en la Universidad, siendo de las primeras de las universidades tradicionales del país en hacerlo.

Por favor, si pueden dar un correo para poder pedir, información y datos que ayuden a movilizar a los estudiantes en contra de esto. Se los agradecería mucho.

Francisco